Cirugía reparadora

Nuestros cirujanos cuentan con una amplia experiencia en lesiones y traumatismos que requieren de Cirugía Reconstructiva, trabajando en los Centros más reconocidos y de mayor experiencia del país.

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Siempre que se produce una herida, inevitablemente, existirá una cicatriz. Es la forma que el cuerpo realiza “el cierre” o cicatrización de esa herida. En ocasiones esa cicatriz se genera de una forma antiestética, ya sea porque resulta sobrelevada, dura o ensanchada. Esas cicatrices, las denominadas cicatrices hipertróficas o queloides, pueden recibir un tratamiento para mejorar su aspecto. Este tratamiento puede ir desde infiltraciones a resecciones quirúrgicas, dependiendo su tamaño, aspecto, localización, tiempo de evolución, y preferencias del paciente.

Heridas graves de miembros superiores o inferiores pueden determinar secuelas importantes que afecten la movilidad y destreza de una mano, o la estabilidad y marcha de un pie. La correcta exploración de heridas y la eventual reparación de dichas lesiones requiere de un cirujano plástico entrenado, y en ocasiones de técnicas de reparación microquirúrgicas. El tiempo que transcurre desde la lesión es muy importante para obtener la mejor recuperación.

Dentro de este capítulo se encuentran los lunares, quistes, o cualquier tipo de mancha cutánea. Es importante valorar su aspecto y cuando está indicado realizar una excéresis o retiro de la lesión.

Las quemaduras llevarán un tratamiento médico y/o quirúrgico tanto apenas se producen (agudo), o luego de pasados varios meses (crónico). Resulta fundamental la experiencia del equipo quirúrgico en valorar y tratar estas quemaduras, evitando o disminuyendo la aparición de secuelas, según sea el caso.

Las fracturas de la mano no pueden ser subestimadas ya que pueden determinar una pérdida importante de habilidad, fuerza y destreza, dificultando o impidiendo las tareas laborales y diarias en el hogar. Siendo correctamente evaluadas, se determinará el tratamiento más adecuado para esa fractura, ya sea ortopédico o quirúrgico, alineando nuevamente los fragmentos óseos y fijándolos.

Tratamiento de lesiones en mano considerando su funcionalidad y rehabilitación posterior. Dentro de este capítulo se incluyen las lesiones de nervios periféricos ya sean traumáticas, o compresivas como el Síndrome de Túnel Carpiano, Síndrome de Guyon, entre otros. A su vez, patologías degenerativas como artrosis, poliartritis, rizartrosis, y otro tipo de patologías frecuentes como las tendinitis, dedo en resorte, o la enfermedad de Dupuytren.

Son heridas causadas por traumatismos, accidentes o úlceras, que generan una falta de cobertura de la piel en el área lesionada. Utilizando tejidos propios del paciente (injertos y colgajos), se realiza el cierre de dicho defecto restableciendo la continuidad de la piel en la zona afectada.

La lesión del nervio facial genera una alteración principalmente en los músculos de la mímica en la cara y generará dificultad en el cierre de los párpados, la boca y la gesticulación facial, determinando trastornos tanto estéticos como funcionales. Existen múltiples tratamientos para corregir estos defectos que deben individualizarse para cada caso.